José Blas García (http://www.jblasgarcia.com/) es Maestro con más de 30 años de experiencia profesional. Licenciado en psicopedagogía por la UMU y Máster en Educación y Comunicación Audiovisual por la UNIA. Su labor docente viene marcada en la apuesta por la inclusividad, colaborando durante todos estos años en mantener vigente esta idea a través de distintos proyectos. Actualmente trabaja en el IES Juan Carlos I de Murcia, tras una larga trayectoria como maestro en las Aulas Hospitalarias del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Además, es profesor asociado en la Universidad de Murcia y publica con frecuencia en INED21.
Son muchas las veces que escuchamos decir que hay que cambiar la escuela, como si lo anterior no sirviera y como si el cambio fuera cuestión de una acción y no de un proceso transformador. Y es que en esta situación de emergencia sanitaria hemos llegado a creer que el cambio llegaría a propósito de la adversidad social que hemos atravesado y que nos ha removido de arriba a abajo, como si una cosa nos llevara a otra de forma automática. Una creencia que, solo con unos días, ya estamos comprobando que es errónea. Volver a la normalidad no es regresar a lo anterior.
Transformar la escuela: en busca de un nuevo paradigma de la enseñanza.
Son muchas las veces que escuchamos decir que hay que cambiar la escuela, como si lo anterior no sirviera y como si el cambio fuera cuestión de una acción y no de un proceso transformador. Y es que en esta situación de emergencia sanitaria hemos llegado a creer que el cambio llegaría a propósito de la adversidad social que hemos atravesado y que nos ha removido de arriba a abajo, como si una cosa nos llevara a otra de forma automática. Una creencia que, solo con unos días, ya estamos comprobando que es errónea. Volver a la normalidad no es regresar a lo anterior.
Aun así, en la comunidad educativa continuamos el debate sobre el modelo de escuela que queremos; las sustituciones de los sistemas educativos se reescriben unos sobre otros marcado en su «línea del tiempo»… y entre todos continuamos haciendo válida una de las expresiones más realistas que pueblan los chascarrillos educativos: continuamos con una escuela en la que enseña un profesorado del siglo XX a un alumnado del siglo XXI con metodologías del siglo XIX.